jueves, 7 de mayo de 2009

LAS MALAS ESTRATEGIAS DE UN LOBO

Misión fallida…

Un lobo casi nunca es hábil estando solo; al menos no gana por sí mismo.

Cosa de no creer es que casi siempre fueron derrotados por tan poca cosa y todo por sus malas estrategias de caza, como los casos conocidos de la misión “Caperucita Roja”, “Los tres cochinitos”, “El lobolobito del bosque que a todos los comerá”, y acaso “Pedro y el Lobo”.

Si hacemos un análisis de los movimientos hechos por cada uno de los ejecutores de la misión, veremos que siempre estaban solos. Error. Es incomprensible el cambio de logística de cacería de los lobos en los cuentos de niños. Si ellos mismos sabían y lo han hecho por siglos dado su instinto, sería la mejor manera de sobrevivencia cazar en manada. Pero no. Acaso el lobo con mejor fortuna fue el que logró comerse las ovejas de Pedro y su familia; pero fue gracias al mismo niño que por sus mentiras evitó un contra ataque de los pastores.



Pero lo que sí fue un completo fracaso fueron los intentos del señor Feroz que se hizo pasar por la abuela de Caperucita. No fue malo el plan, sino que lo haya hecho solo. Hubiera sido mejor que se hubiera disfrazado y tuviera otros compañeros que esperaran escondidos afuera o debajo de la cama para agarrarla de una pierna.

O en el caso de los tres cochinitos, aunque sea se hubieran quedado con los que hicieron su casa de paja y de palitos. Así, destruidas sus trincheras, los hubieran rodeado y nunca más volverían a latir sus grasosos corazones.


Y para colmo de males, el Lobolobito tiene la patética iniciativa de avisarles lo que está haciendo a los niños que jugarán en el bosque mientras el lobo no está, porque si el lobo aparece a todos los comerá…



Como vemos, ya es hora de que vuelvan a sus instintivas usanzas de captura de presas: siempre en sociedad. Es la infalible.



Simplemente GABE...

3 comentarios:

  1. ¿Qué me puede decir del "Lobo de Gubbia", el terrible lobo, que embistió a san Francisco de Asís y que fue reprimido con la fuerza de la caridad, pero que no aguantó la friega. O del "pinche perro estopas"?...

    ResponderEliminar
  2. También aquel era un lobo solitario.
    Pero es pertinente la reflexión desde el personaje malvado de los cuentos, en cuanto a su alienación. Si bien los cuentos han convertido la imagen del lobo en una figura terrible, parte de ese drama es la soledad del lobo, su desvinculación con el otro, y en este caso, como Gabe lo sugiere, su separación de la manada.
    Si nos pusiéramos la piel del lobo, un experimento más interesante todavía, quizás descubriríamos las circunstancias atroces que le orillaron a aislarse, o quizás encontraríamos la voluntad corrosiva y mordaz de un lobo estepario.

    Saludos desde la hoguera

    ResponderEliminar
  3. Esperaba una imágen de JPA en este escrito, no se, simplemente se me vino a la mente mientras lentamente consumía un cigarro en lo alto del cerro del Ángel Leaño...

    Excelente historia la del "pinche perro estopas".

    ResponderEliminar