Un lobo casi nunca es hábil estando solo; al menos no gana por sí mismo.
Cosa de no creer es que casi siempre fueron derrotados por tan poca cosa y todo por sus malas estrategias de caza, como los casos conocidos de la misión “Caperucita Roja”, “Los tres cochinitos”, “El lobolobito del bosque que a todos los comerá”, y acaso “Pedro y el Lobo”.
Si hacemos un análisis de los movimientos hechos por cada uno de los ejecutores de la misión, veremos que siempre estaban solos. Error. Es incomprensible el cambio de logística de cacería de los lobos en los cuentos de niños. Si ellos mismos sabían y lo han hecho por siglos dado su instinto, sería la mejor manera de sobrevivencia cazar en manada. Pero no. Acaso el lobo con mejor fortuna fue el que logró comerse las ovejas de Pedro y su familia; pero fue gracias al mismo niño que por sus mentiras evitó un contra ataque de los pastores.


O en el caso de los tres cochinitos, aunque sea se hubieran quedado con los que hicieron su casa de paja y de palitos. Así, destruidas sus trincheras, los hubieran rodeado y nunca más volverían a latir sus grasosos corazones.

Como vemos, ya es hora de que vuelvan a sus instintivas usanzas de captura de presas: siempre en sociedad. Es la infalible.

Simplemente GABE...